DIGESA realiza acciones de supervision en la elaboración y comercialización de turrones aptos para la salud
En plantas ubicadas en el Centro de Lima,
San Martín de Porres y otros distritos
Antes de comprar un turrón verificar la información que aparece en el empaque. Revisar fecha de vencimiento y el registro sanitario, otorgado por la Digesa
Ante el inicio de la masiva venta del tradicional turrón, el Ministerio de Salud (Minsa), a través de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), inició una serie de operativos para supervisar y garantizar que la preparación de este producto se apto para el consumo.
La Ing. Rosa Cerna Zeta, titular de la Dirección Ejecutiva de Higiene Alimentaria y Zoonosis de Digesa, explicó que las acciones de vigilancia se vienen realizando en plantas dedicadas a la elaboración de turrones. Donde se verifica las condiciones sanitarias de procesamiento y manipulación, instalaciones sanitarias, higiene y salud del personal, almacenamiento y procedencia de las materias primas.
Hasta el momento, se han inspeccionado los locales “Arakaki Kuniyoshi Víctor José” y “Rivera Rómulo Mario”, ambos ubicados en el jirón Huancavelica y Conde de Superunda, en el Centro de Lima. Allí, se tomaron muestras de los productos para su análisis en laboratorios de Digesa.
“Se visitarán más plantas productoras de turrones que están registradas en Digesa y que se ubican en el Centro de Lima, Callao, San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Chosica, San Martín, Lince y Surquillo”, expresó Rosa Cerna.
Recomendaciones
Antes de comprar un turrón verificar la información que aparece en el empaque. Revisar fecha de vencimiento y el registro sanitario, otorgado por la Digesa.
En caso de que la venta sea a granel los manipuladores deben usar uniforme (mandil blanco), gorro (que cubra todo el cabello), mascarilla, guantes y utensilios limpios.
La persona responsable de recibir dinero en ningún caso debe manipular el turrón, porque puede contaminarlo.
El envase debe estar íntegro, sin daños ni magulladuras, a fin de evitar el ingreso de contaminantes.
El producto debe estar protegido dentro de una vitrina para evitar el contacto con polvo, moscas u otros insectos.
El turrón debe estar almacenado en un lugar limpio y alejado de químicos, como desinfectantes.
Es mejor no comprar turrones de dudosa procedencia, como los que se comercializan informalmente en las calles de Lima, pues podrían provocar daños en la salud.
Lince, 13 de octubre de 2011
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